Es una tapa muy fácil que me enseñó mi amiga Pepa y que, además de estar exquisita, es muy apropiada para cenas especiales.
- Grissini (una especie de colines que he comprado en el Lidl).
- Queso emmental rallado.
- Orégano.
Parte los grissini por la mitad y colócalos encima de una hoja de papel de horno. Pon en la punta de cada grissini un puñado de queso y mételo en el horno precalentado a 150 grados. Cuando veas que se está fundiendo pero que todavía no se ha dorado sácalo y déjalo enfriar. Espolvorea orégano antes de servir.
Qué original y qué fácil. Esta me la apunto! Gracias, Carla, que sepas que tú blog ya ha sido añadido a mis favoritos.
ResponderEliminar