
- 20 galletas.
- 100 gramos de mantequilla.
- 300 gramos de queso cremoso.
- 400 mililitros de leche.
- 7 cucharadas soperas de azúcar
- 300 gramos de nata liquida.
- 2 sobre de cuajada.
Machaca las galletas. Lo más fácil es hacerlo con una picadora. Si no tienes, puedes meterlas en una bolsa de plástico y darle golpes con un mazo. Derrite la mantequilla a fuego lento en el cazo o un minuto en el microondas y mezcla con las galletas machacadas. Extiende esa mezcla con las manos en un molde de aluminio desmoldable y guardalo el congelador hasta que tengas hecha la mezcla. En una cacerola pon a hervir la leche, el queso, la nata, y añade la cuajada. En cuanto empiece a cocer comenzará a espesar. Es en ese momento cuando debes verterlo sobre las galletas y dejarlo enfriar antes de meterlo en la nevera. Cuando vayas a servirlo ponle mermelada, normalmente de mora o frambuesa, por encima.