- Masa fresca para pizza (yo la compré en Carrefour).
- Dos longanizas frescas.
- Media cebolla.
- Tomate frito.
- Queso de lonchas.
- Queso rallado.
- Jamón de york.
- Un huevo.
Como sabéis, me gusta facilitar al máximo las recetas a pesar de que parezcan muy elaboradas. Así es que esta pizza cumple con el objetivo. Precalienta el horno a 180º. Corta la cebolla en aros y sofríe junto a las longanizas cortadas en trozos pequeños. Mientras tanto, abre la masa y coloca en una superficie plana. Unta la base con tomate frito. A continuación, cubre con el queso de lonchas y el jamón de york. Cuando esté frita la longaniza y la cebolla, incorpora a la pizza. Coloca la pizza en la bandeja del horno, casca un huevo y échalo en el centro. Cuece en el horno hasta que esté dorada y gratinada, unos 20 minutos.
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